Nyugati Kürtőskalács

Ubicado justo frente al ingreso principal de la estación de trenes de “Nyugati pályaudvar” hay un minúsculo puesto de Kürtőskalács que pasaría desapercibido si no fuera por el olor a canela y pan recién horneado que invade incluso el interior de la estación. Si estás llegando en tren a la capital húngara, o simplemente estás paseando por la zona, no dudes en comprar uno de estos “pastelillos chimenea” (esa sería la traducción del nombre original húngaro). Si bien mi favorito es el de nuez, también hay con canela, vainilla, chocolate y coco.

Originario de la región de Transilvania (hoy parte de Rumanía), el Kürtőskalács es todo un ícono de la cultura húngara y es, sin lugar a dudas, uno de mis postres favoritos.