Budapest, la capital Hungría, es una ciudad monumental e imperial considerada la Perla del Danubio por su misterioso encanto, lo que la ha llevado a ser una de las ciudades más bonitas de Europa. Aunque la historia de su pasado la han escrito todo tipo de pueblos, desde los celtas a romanos y otomanos, alcanzó su apogeo durante la época del Imperio austrohúngaro, cuyos imponentes monumentos han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. Muchos turistas quieren conocer Budapest por ser un destino termal con sus abundantes manantiales de aguas medicinales. Esta ciudad cosmopolita ha llenado sus avenidas de tiendas, goza de una interesante cultura de vino y presume de una vida nocturna legendaria.
Una de las cosas que más te sorprenderá si decides visitar Budapest es que originalmente fueron dos ciudades, Buda y Pest, situadas una y otra a cada orilla del río, por eso aún gozan hoy de su propia personalidad. Cuando viajes a Budapest puedes disfrutar de la elegancia real y monumental de Buda y de la zona más decadente y popular que es Pest. En Buda, sobre una colina, el imponente palacio del mismo nombre que el barrio domina la ciudad. Además, en el Barrio del Castillo, podrás visitar algunos de los monumentos más importantes de la ciudad como la Iglesia de Matías, cubierto de frescos, o el Bastión de los Pescadores, un mirador con vistas espectaculares, sobre todo durante la noche.
En Pest encontramos el Barrio Judío, donde se ubican varias sinagogas, como la Gran Sinagoga de Budapest. Además es la zona cero de las legendarias “ruin pubs”, antiguos edificios abandonados reconvertidos en bares de moda, discotecas canallas y restaurantes. Dado su horizonte espectacular, viajar a Budapest hará que te enamores del río Danubio. Es imprescindible hacer un crucero por él, donde podrás admirar los puentes históricos y el Parlamento de Budapest, emblema de la ciudad, en sus orillas, sobre todo cuando se ilumina en la noche.
Otro hecho curioso que hace del turismo en Budapest uno de los mejores lugares donde poder relajarse, son sus 118 manantiales de aguas termales. Budapest es conocida por sus míticos balnearios, entre los más conocidos los Baños Gellert, obra del art noveau extravagante, o a los Baños Rudas, construido por los otomanos en el siglo XVI.