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Marrakech en 2 días: qué ver y qué hacer

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Plaza de Jamaa el Fna, por Jesus Sanchez Gonzalez (Zu Sanchez)
Johnny Carrizalez

Marrakech es una ciudad cautivadora repleta de zocos bulliciosos y una Medina intrigante que ofrece innumerables estímulos para una gratificante estadía de 2 días. Planifica tu viaje y prepárate a conocer los sitios imprescindibles de la ciudad imperial.

¿Qué ver en Marrakech en dos días?

La ciudad de Marrakech es un destino turístico relativamente pequeño, pero con numerosos sitios de interés que valen la pena visitar. Desde la famosa plaza Jamaa El Fna, pasando por los zocos de la Medina, hasta llegar a las maravillas arquitectónicas de la localidad como lo son el jardín de Majorelle o la madraza de Ben Youssef. Son tantos los lugares que, si planificas bien tu itinerario y cuentas con los servicios de un tour privado por Marrakech, conseguirás explorar cada rincón en menos de 48 horas.

Para ayudarte a descubrir los sitios más impresionantes de la ciudad, hemos creado una lista con todas las cosas que ver en Marrakech para llevarte a conocer todos los destinos turísticos de la Ciudad Roja, ¡en un viaje de fin de semana! ¿A dónde iremos? Quédate para averiguarlo.

marrakech en dos dias

Día 1 en Marrakech: una mañana de exploración por los zocos

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Zocos, por Julián Roas

Zocos

Tras pasar una noche agradable en alguno de los riads con encanto en Marrakech, toca ponerse en marcha en plena mañana al corazón de la Medina y visitar el mercado tradicional más grande del país. El zoco de Marrakech es un punto turístico donde se lleva a cabo gran parte del día a día de los habitantes de la ciudad. El mercado se divide en diferentes espacios según el gremio que le corresponda. Hay un zoco de especias, tintoreros, cuero, ¡aceitunas por montón! y más.

En los zocos se congregan casi 3000 artesanos que ponen a tu disposición productos tan variados como prendas de ropa, comida y productos típicos de Marruecos que podrás llevar a casa. Eso sí, recuerda que a los comerciantes les gusta regatear. Es, de hecho, una de las cosas que hacer en Marrakech más curiosas e intensas. Los vendedores harán de todo para lograr una venta, así que procura mostrarte desinteresado y no preguntes directamente por el precio de un producto.

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Zoco de los Tintoreros (Zoco Sebbaghine), por GERARD DECQ

Zoco de los Tintoreros (Zoco Sebbaghine)

Continúa explorando el mercado tradicional de Marrakech y descubre los diferentes zocos que lo componen, como el de los tintoreros o Sebbaghine. Este se ubica bastante cerca de la fuente de Mouassine y se caracteriza por ofrecer productos de lana y tejidos teñidos. De hecho, es un buen sitio para ver talleres artesanos practicar el tintado tradicional de telas.

Los tintoreros hacen uso de agua caliente pigmentada con amapolas, hojas de índigo, azafrán y demás productos naturales para dar color a las prendas. Después, cuelgan las telas para el secado y posteriormente son trabajadas para convertirlas en tapices tradicionales. Es una actividad de lo más interesante. Sin embargo, vale la pena mencionar que la actividad comercial en este zoco ha disminuido debido al uso de tintes industriales. Aun así, es un buen lugar para empaparse de la autenticidad de Marrakech.

zoco de los herreros zoco haddadine itinerario de dos dias en marrakech

Zoco de los herreros (Zoco Haddadine), por MundoXDescubrir

Zoco de los herreros (Zoco Haddadine)

Para proseguir con el itinerario de dos días en Marrakech, toca alejarse del bullicio de los zocos centrales para adentrarse al zoco de los herreros o Haddadine. Aquí podrás presenciar de primera mano cómo los artesanos trabajan el hierro y otros metales para dar forma a joyas exóticas como piezas de rejería o lámparas. Se trata de una zona poco frecuentada por los viajeros, dado que su principal fuente de ingresos no proviene del turismo.

De hecho, es un lugar más frecuentado por los mismos locales pues es común desechar objetos de metal para después reciclarlos y darles una nueva vida en forma de artesanía. Es probable que no sea el sitio más fotogénico, pero sin duda es un espacio que te dejará sin palabras. Además, se pueden conseguir precios bastante económicos.

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Zoco de las Babuchas (Zoco Smata), por davidmlucia

Zoco de las Babuchas (Zoco Smata)

Tras salir del zoco de los herreros, ¿qué tal visitar un ambiente más colorido? El zoco de las babuchas o Smata es un lugar donde se comercian zapatos y cinturones tradicionales en el pleno corazón de la Medina de Marrakech, muy cerca de la madraza de Ben Youssef. En los exteriores de los talleres que aquí se encuentran podrás ver cientos de babuchas de todos los colores, formas y tamaños.

Las babuchas son zapatos que se adaptan a todo. Puedes encontrar productos para hombres, mujeres y niños. La variedad de modelos es bastante amplia y los colores son sumamente llamativos. Asimismo, los precios pueden variar bastante. Aunque es común que el promedio sea de unos nueve euros.

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Dar Cherifa Literary Café, por Chris Pearrow

Dar Cherifa Literary Café

Si continúas andando entre los zocos buscando qué ver en Marrakech en 48 horas, tal vez sea momento de acercarte a la edificación oculta conocida como Dar Cherifa. Un lugar fascinante considerado el riad más antiguo de la Medina. Data del siglo XVI, pero en el año 2000 fue restaurado y abierto al público como una galería-café literario, convirtiéndose así en uno de los puntos centrales de la escena artística en la antigua ciudad imperial.

El riad se caracteriza por su decoración refinada e impecable. Recordando, incluso, a las decoraciones de la madraza Ben Youssef; auténtico ejemplo de la arquitectura de Marrakech. El Dar Cherifa Literary Café deleita a su público con exposiciones de arte contemporáneo, exhibiciones fotográficas, conciertos de música tradicional, presentaciones de libros y más. Aunque también es posible ir y simplemente sentarse a disfrutar de una charla amena junto con una taza humeante de té, o degustar su menú de platillos marroquíes.

Plaza Rahba Kedima, por Loly Green

Plaza Rahba Kedima

Tras una buena taza de té de menta, queda aprovechar lo que resta de la mañana para visitar la plaza Rahba Kedima. Un lugar pintoresco al aire libre que se caracteriza por su bullicio y variedad de productos. En la plaza puedes encontrar artesanía de mimbre y ventas de especias. Sin embargo, la actividad comercial de la zona también destaca por la presencia abundante de boticarios que ofrecen hierbas curativas. También puedes encontrar productos naturales o maquillaje. Por lo que puede ser un buen lugar para irse de compras en Marrakech.

La plaza Rahba Kedima siempre ha sido un lugar de comercio, pues desde 1920, e incluso antes, los comerciantes llegaban aquí para ofrecer trigo, cebada o maíz. No obstante, también posee un pasado oscuro, pues se solían comerciar esclavos procedentes de África occidental. Por supuesto, eso ha quedado atrás. Ahora es una parada turística imprescindible para todo viajero que quiera ver la autenticidad de Marruecos.

Día 1 un Marrakech: una tarde por la madraza de Ben Youssef

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Kubba almorávide de Marrakech, por Julián Roas

Kubba almorávide de Marrakech

Continúa tu recorrido por la tarde visitando la Kubba almorávide de Marrakech. La obra arquitectónica se encuentra relativamente cerca de la madraza Ben Youssef y es el único testimonio del arte almorávide que se tiene en la ciudad. Su importancia es tal que sirvió de inspiración para la arquitectura de Marruecos, destacando detalles como sus fuentes, el decorado de su domo y los ventanales de la estructura. En su época actuaba como estanque para las abluciones de los fieles de la mezquita.

La construcción, que data del siglo XII, ha sido renovada en dos ocasiones. De hecho, contaba con un sofisticado sistema de administración de aguas para abastecer fuentes, letrinas y cisternas. Aunque cabe destacar que su apariencia actual corresponde al estado en el que se conservó tras ser excavada a mediados del siglo XX. La Kubba almorávide es una de las visitas imprescindibles para hacer en dos días en Marrakech por la gran importancia arquitectónica que representa para la ciudad, así que no dudes en acercarte.

Madraza de Ben Youssef, por Chris Pearrow

Madraza de Ben Youssef

El siguiente destino que debes visitar tras ver la Kubba almorávide es la madraza de Ben Youssef, considerada la medersa más grande e importante de Marrakech. Se trata de una antigua institución musulmana de estudios religiosos que llegó a impartir clases hasta a 900 estudiantes. La edificación, finalizada en 1565, consta de 130 celdas donde los jóvenes hacían vida.

La estructura de dimensiones impresionantes se alza alrededor de un estanque rectangular, junto con una decoración repleta de mosaicos, estucos, piezas de mármol, detalles hechos con madera de cedro y algunos objetos de metal. El ambiente de esta antigua escuela coránica es austero, soberbio y solemne. Si te consideras un fiel seguidor de la arquitectura islámica, de seguro te encantará apreciar de cerca esta institución enorme.

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Fuente Chrob, por GERARD DECQ

Fuente Chrob

Continúa con el camino y dirígete a las cercanías de la mezquita Ben Youssef. Allí te toparás con la fuente Chrob ou Chouf con unas inscripciones en árabe marroquí que te invitan a beber y admirar. ¿Por qué este recibimiento? pues la historia de ello resulta fascinante. Se trata de una construcción del siglo XVI que tenía la finalidad de ofrecer agua a los ciudadanos, dado que se encuentra bastante cerca del valle del Sahara. De ahí que sea de gran importancia para la ciudad. De hecho, en 1985 fue declarada Patrimonio Cultural Mundial por la UNESCO.

La fuente consta de un exterior decorado y completamente llamativo. No es sencillo pasarla por desapercibida, pues roba la atención de los transeúntes. Incluso, en la actualidad, muchos locales siguen sacando agua de la fuente para labores de limpieza, cocina o simplemente para beber. Es un lugar interesante de ver durante un recorrido de fin de semana por Marrakech. Así que aventúrate a refrescarte con sus aguas.

Curtidores de Marrakech, por oidivo M

Curtidores de Marrakech

El siguiente sitio puede que no sea el más glamoroso del listado. De hecho, lo recomendamos solo si te interesa ver una de las partes más auténticas de Marrakech. El barrio de los curtidores al norte de la Medina es una zona de poco interés turístico, de calles laberínticas y de numerosos guías que esperan algún tipo de propina por llevarte hasta donde se trabajan las pieles.

Una vez en el lugar, te encontrarás con una explanada repleta de agujeros de gran tamaño donde se curten las pieles. Es una zona con aroma bastante fuerte debido a la alta exposición de productos químicos. La actividad resulta bastante dura, pero puede impresionar la destreza con la que los trabajadores se desenvuelven. La experiencia, asimismo, también puede dejarte una gran impresión, pero de seguro aprenderás mucho del barrio y de su ritmo de vida.

Mezquita Kutubía, por Sufyan Hussain

Mezquita Kutubía

Lo siguiente que debes visitar es la gran mezquita Kutubía o Koutoubia. Se trata, nada más y nada menos, que la mezquita más grande en toda la ciudad de Marrakech. De hecho, se le considera uno de los monumentos islámicos más importantes. Incluso ha sido fuente de inspiración para la Giralda en Sevilla. Por lo que se trata de una edificación que ha logrado trascender por su imponencia y solemnidad.

El nombre se traduce como «mezquita de los libreros», debido a que en la época solía estar rodeada de variados puestos de libros. En la actualidad, sus alrededores conservan un ambiente comercial bastante animado. De hecho, puedes pasear por los diferentes comercios que allí se encuentran, visitar los jardines de la mezquita o detenerte a pasar un rato agradable en los exteriores. Eso sí, los extranjeros no musulmanes tienen la entrada prohibida al interior de la mezquita. Aún así, en las afueras se puede disfrutar de diferentes aspectos de la arquitectura o incluso de las ocurrencias de los transeúntes.

Plaza de Jamaa el Fna, por Alvaro Rabanillo

Plaza de Jamaa el Fna

La tarde del primer día no puede terminar sin dar una vuelta por la plaza Jamaa el Fna. La misma se encuentra bastante cerca de la mezquita Kutubía y se caracteriza por su ambiente nocturno sumamente animado. Aquí es donde hacen vida la gran mayoría de los ciudadanos de Marrakech. puedes hacer compras, degustar platillos típicos de la cocina marroquí o incluso dejarte hipnotizar la singularidad artística de quienes allí se congregan.

Puedes encontrarte con domadores de mano, ¡encantadores de serpientes! o también con variados cafés donde pasar un rato agradable. La plaza es tan importante en la vida de los marroquíes que, en el año 2001, fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Por lo que, si quieres conocerla más a profundidad, entonces aventúrate a tomar un tour nocturno en calesa por Marrakech para descubrir los rincones más especiales de la Medina.

"Encantadores de serpientes, tatuadoras de henna, macacos domesticados para posar en el hombro del turista o espectáculos saharianos, entre otras cosas, son muchas las atracciones turísticas que encontraremos en el lugar". David Azurmendi, sobre plaza Jamaa El Fna

Día 2 en Marrakech: una mañana entre los jardines de Majorelle

Jardin Majorelle, por Andrea Michetti

Jardín Majorelle

Unas vacaciones en Marrakech no pueden estar completas sin una visita al jardín Majorelle, así que empieza la mañana de tu segundo día dirigiéndote a Guéliz, la ciudad nueva de Marrakech, a descubrir la famosa obra del pintor francés Jacques Majorelle. El recinto se encuentra a pocos minutos en coche desde la plaza de Jamaa el Fna y esconde una belleza magistral tanto en su diseño arquitectónico, como en su gran diversidad de plantas.

De hecho, en el jardín podrás toparte con diversos ejemplares de palmeras, plantas de jardín, cactus, bambú, árboles y plantas acuáticas. En su interior también puedes visitar el museo Berebere y aprender un poco más sobre el arte islámico. En definitiva, es uno de los lugares que conocer en Marrakech más imprescindibles por su gran valor artístico e inspiracional. Por lo que, si quieres conectarte con la naturaleza en un bonito entorno, este es el lugar que buscas.

Museo Berebere, por hassna

Museo Berebere

El museo Berebere es uno de los puntos turísticos más atractivos en el interior de los jardines Majorelle. El museo ocupa el lugar de lo que antiguamente fue el estudio de pintura de Jacques Majorelle y exhibe más de 600 objetos recolectados por el modisto Yves Saint Laurent y el empresario Pierre Bergé, como muestra de la masiva diversidad cultural que da forma a la historia de Marrakech.

Aquí puedes aprender sobre las tribus más importantes que habitaron la antigua ciudad imperial. Asimismo, puedes conocer sobre la historia y geografía de la región, o documentarte con los archivos audiovisuales para disfrutar de una experiencia mucho más inmersiva. Solo así, te sentirás un poco más cerca de los cimientos de esta comunidad.

tumbas saadies marrakech en dos dias

Tumbas Saadíes, por Sofia Santos

Tumbas Saadíes

Del mismo modo, muy cerca de la mezquita Kutubía también puedes encontrarte con las tumbas Saadíes. Este lugar fue descubierto en el año 1917 y, desde entonces, mueve una gran cantidad de visitantes que llegan para admirar la belleza de sus decoraciones. La necrópolis data del siglo XVI y fue construida por orden de Ahmed al-Mansour, sultán de la dinastía saadí. En un principio, el mausoleo se alzó para dar entierro a la madre del sultán. De allí que el nombre original del recinto fuera Qubla de Lalla Messaouda.

Con el tiempo se le fueron añadiendo más tumbas. Algunas para miembros de la dinastía y otras para personajes influyentes. En total, hay más de 100 tumbas, entre las cuales se encuentra el lugar de descanso del mismísimo sultán. El lugar fue tapiado en 1659, dejando la necrópolis oculta por casi cuatro siglos. En la actualidad, es un representante magnífico de la arquitectura saadí. La edificación destaca por sus adornos de azulejos esmaltados, cielorrasos, columnas de mármol, inscripciones poéticas y demás detalles alucinantes que te dejarán sin aliento.

Palacio El Badi, por Maribel CASTILLO

Palacio El Badi

A 300 metros de distancia de las tumbas Saadíes te encontrarás con el palacio El badi, una reliquia arquitectónica de la dinastía saadí. Su construcción data del siglo XVI por órdenes del sultán Ahmed al-Mansour. Se caracterizó por ser un recinto lujoso, repleto de adornos que rebosaban en oro, turquesas y cristales preciosos. La edificación se alzó para conmemorar la victoria obtenida en la batalla de los Tres Reyes, por lo que goza de un pasado esplendoroso y una historia fascinante.

Sin embargo, todas las riquezas del palacio fueron saqueadas tan solo 100 años después por órdenes del nuevo sultán. En la actualidad solo quedan las ruinas, las cuales ofrecen unas vistas maravillosas del entorno que le rodea. Asimismo, también se exhibe en su interior el minbar de la mezquita Kutubía con la finalidad de brindarle más valor turístico. Es de esos lugares destacados para visitar en 48 horas en Marrakech por el valor histórico que representa, así que apúntalo en el itinerario.

Día 2 en Marrakech: una tarde por la Mellah y el palacio de la bahía

Mellah, por GERARD DECQ

Mellah

En la tarde de tu segundo día la puedes pasar en el barrio de la paz, también conocido como la Mellah. Se trata del antiguo barrio judío de Marrakech, una locación situada en pleno corazón de la Medina, muy cerca del palacio real. De hecho, esta posición tan privilegiada le brindó protección a la comunidad judía durante varios años. En la actualidad se considera de las zonas más tradicionales en la antigua ciudad imperial. Consta de un terreno de 18 hectáreas y posee numerosos mercados, talleres, sinagogas y alberga también el reconocido cementerio judío.

Entre los principales atractivos de la Mellah destacan las sinagogas de Alzama y Negedim. Sin embargo, vale la pena mencionar que la mayoría de su población actual es musulmana. Aún así, el barrio se sigue caracterizando por sus calles estrechas y su arquitectura típica judía que termina por complementar su estampa tradicional. De igual manera es común encontrarse con zocos, mercados de especias y demás productos interesantes.

Place des Ferblantiers, por francois

Place des Ferblantiers

Un par de metros más allá, te encontrarás en el punto medio entre la parte árabe de Marrakech y el barrio judío. A este lugar se le conoce como Place des Ferblantiers, una plaza moderna muy conocida y bulliciosa que se caracteriza por contar con un estilo francés muy marcado en su diseño. Visitarla es de las experiencias recomendadas para dos días en Marrakech por la gran cantidad de tiendas y terrazas con vistas increíbles de las que dispone.

La place des Ferblantiers es un lugar idílico donde, incluso, puedes comprar objetos de decoración para el hogar. De hecho, el nombre de la plaza se traduce como «en ese lugar se trabaja el hierro blanco». Un buen nombre considerando la gran variedad de productos decorativos que ofrecen. Además, los precios resultan muy razonables, aunque puede que te sea necesario practicar tus habilidades para el regateo. Y si lo prefieres, puedes sentarte en alguno de sus bares y disfrutar de la tarde para reponer energías bajo la sombra de sus palmeras y su fuente central.

Palacio de la Bahía, por José Leão

Palacio de la Bahía

La ruta de la tarde te llevará al sur de la Medina para encontrarte con un complejo palaciego de lo más fascinante. Se trata del palacio de la Bahía, una edificación que data del siglo XIX que se encuentra entre las más visitadas en Marruecos. La arquitectura del palacio se caracteriza por su estética marroquí, por sus más de 8000 metros cuadrados de jardines y sus numerosas habitaciones. De hecho, hay 160 piezas que en algún momento de la historia estuvieron decoradas con detalles lujosos. Sin embargo, en la actualidad ya no es así.

Tras el fallecimiento del visir en el año 1900, todas sus habitaciones fueron desvalijadas. No obstante, el palacio conserva todavía las decoraciones impresionantes de su exterior. Puedes ver mosaicos en las paredes, techos artesonados y baños de mármol y de un blanco puro. De igual manera puedes visitar el gran patio de honor; una explanada que deslumbra por su cubierta de mármol italiano y 50 columnas de madera. Se trata de una de las mayores obras arquitectónicas de la historia de Marrakech, por lo que vale la pena hacer una visita.

Dar Si-Said, por José Miguel Sánchez Fernández

Dar Si-Said

El museo de las artes marroquíes es otra de las paradas más interesantes que ver en la Medina de Marrakech. Se le conoce también como Dar Si-Said y es una de las edificaciones más antiguas que puedes visitar en la antigua ciudad imperial. Asimismo, es el recinto que más obras exhibe en sus salones. De hecho, además de contar con varios patios, el museo dispone de dos plantas en las que podrás contemplar la gran variedad de objetos artesanales que alberga.

El museo Dar Si-Said exhibe piezas de la vida cotidiana marroquí. Desde mobiliarios, armas, instrumentos musicales, tapices, lámparas de vidrio y mucho más. De igual manera, el recinto te permite apreciar distintos ejemplos de artesanía típica de la región como joyería bereber y tesoros arqueológicos de eras pasadas. Visitar el museo es una experiencia gratificante para todo aquel que desee empaparse con más de la historia de Marrakech.

Les Bains de Marrakech

Para finalizar el segundo día de excursiones y paseos, te recomendamos visitar el complejo Les bains de Marrakech. Se trata de un establecimiento de lujo pensado para brindar servicios de bienestar y cuidados a sus visitantes. Aquí podrás disfrutar de tratamientos exclusivos y técnicas de spa muy novedosas. Esto en la seguridad de un ambiente privado, desde el cual podrás relajarte con toda la tranquilidad del mundo. Es tal su fama, que es necesario realizar las reservas con mucha antelación pues la demanda suele ser masiva.

Por otro lado, en Les Bains podrás disfrutar del hamman tradicional al contratar los servicios de las cabinas privadas. Asimismo, disfrutarás de tratamientos de exfoliación tradicionales, masajes relajantes y un acompañamiento musical que te hará sentir cerca del cielo. Por último, serás consentido con una buena taza de té de menta para renovar tus energías. Se trata de un lugar fabuloso para descansar del sol, del calor y simplemente desconectarse. De este modo, te sentirás completamente en forma para tomar el avión al día siguiente y sin remordimientos.

mellah marrakech

Como puedes ver, un viaje de solo dos días no es impedimento alguno. Con un itinerario bien planificado, podrás disfrutar de las múltiples actividades que hacer en Marrakech. Además, si te sobra algo de tiempo y quieres agregarle una pizca más de aventura a la travesía, te invitamos a realizar una excursión en quad por Marrakech para contemplar sus paisajes desérticos impresionantes. ¿Te animas a probarlo?

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