No solo e estado ahí trabaje de camarero es un lugar diferente a todos tengo buenos recuerdas y muchos agradecimientos a los encargados y dueños en especial al que me contrato claudio mancilla una comida increíble y fresca na que ver que en barcelona nada se guarda para el otro día que cualquier restaurant puede decir excelente no dejen de pasar romeo vigano
Alberga majestuosos secretos místicos, transmite muchas energías positivas y desmonta su grandeza ante el viajero.
Realmente esta ciudad es fantástica, tanto en los paisajes de los alrededores, como también en la arquitectura precisa y asombrosa con la que fue construida.
Sobre todo el filete, muy recomendable este restaurant;) es un poco lento el servicio, pero por producto a mucha demanda, a veces tienes que hacer fila para tomar un asiento de 20 minutos, pero que al final valen la pena.
Siempre que voy al centro,paso por este lugar
Si es de mañana me como alguno de los exquisitos sandwiches que tienen(ave palta,jamón con huevo,ave pimiento)
Si llego a la hora de almuerzo, hay diversos platos que me encantan, ademas los postres son riquísimos.
Si la época es invierno me llevo varias porciones de sopaillas pasadas con un par de calzones rotos.
El restaurante Como Agua para Chocolate ya es famoso entre los turistas brasileños que van a Santiago por primera vez. Para los que van de luna de miel es un destino casi obligatorio. La razón es que el sitio ofrece comida muy afrodisíaca. El ambiente está preparado a conciencia para el momento. Además de las mesas normales, el restaurante ofrece dos mesas largas. Pero si vas en pareja no te dejes llevar ya que la mesa larga es por lo general para grandes grupos. La iluminación del local y los dos pisos que tiene lo hace muy romántico. El menú no fue lo que más nos complació. La comida era buena, sí, pero no tan notable como el ambiente. En nuestra opinión, lo mejor fueron las bebidas, las pides en el bar del local, la mejor fue la bebida a base de pétalos de rosa y los postres. Prueba el amor entre sabores de chocolates blancos y negros, brownie blanco y negro, mousse de queso Filadelphia con toques de almendra y frutos rojos. Por la fama del lugar convendría hacer una reserva antes de ir.
Logra traspasar los sabores y aromas exquisitos de las diferentes especies de la India, con sus diversas y suaves salsas, además el lugar es amplio, maravillosa vista y muy buena atención.
En familia o en pareja, pero debes reservar con anticipación una mesa si quieres disfrutar de una buena comida Gourmet, además podrás disfrutar de un hermoso lugar en el patio de este hermoso, mágico y romántico restaurante.
El ex peluquero del siglo 19, todavía se encuentra activo trabajando, la peluquería francesa además, ofrece la posibilidad de hacer un pequeño corte de cabello en un salón en tiempo real con el mobiliario correspondiente, un ambiente muy agradable para tomar el té, el almuerzo o la cena. Un laberinto es el local, todo un revoltijo amueblado con mucho gusto por la moda, con muchas colecciones de antigüedades (viejas máquinas de afeitar, cámaras viejas, con un esquí de edad, raquetas, patines ...), carteles, fotos del día. .. Una sucesión de pequeñas habitaciones, todas igual de encantadores que otros. Por mi parte, ni yo he comido - aunque el menú se ve que es apetecible, también es bastante caro - pero en ocasiones tomé un café con un pequeño pastel. No te lo pierdas. Además de la peluquería francesa la cual está muy involucrado en la protección del barrio Yungay, y publica una revista en la que, además de los menús y platos a la carta son muchas historias acerca de la historia de la zona, y se destacan los personajes y calles de un plan de sitio e histórico para visitar .... Recomendado para visitar. No deje de ir.
Todo con los años debería ir mejorando gracias a la experiencia; este no es el caso. Recuerdo hace muchos años atrás este lugar que era famoso por sus "horas del te", hoy sin embargo, realmente da pena. Mala atención, pésima calidad de productos, muy lentos y para colmo de esto,caro. Si le ponemos una nota de 1 a 7....le pongo un 0. Para nada recomendable.