Puente Maceira - Ponte Maceira

Comer en el restaurante y degustar las delicias locales a pie del puente, pasear por sus calles empedradas como lo hacían los que hacían el camino de Santiago y después mojar los pies en el río que ves desde la mesa en la que te ponen o, si eres más atrevido, bañarte en él, no sólo compensa el viaje, te hace volver a repetirlo....

Aunque no es de fácil acceso (está perdido en una aldea del entorno de Santiago de Compostela), el Restaurante Pontemaceira merece un paseíto en coche.
Está pegado al río y justo frente a unos antiguos molinos restaurados, con lo que las vistas son maravillosas. Puedes comer o cenar oyendo el murmullo del agua al descender por la pequeña cascada que se puede ver desde sus ventanas o desde la terraza.
La cocina está compuesta por platos sencillos: pulpo a la plancha o á feira, hamburguesas, raxo... pero siempre con un toque diferente.
Muy recomendable.

A veces la casualidad nos lleva a descubrir lugares con encanto casi sin querer. Es lo que me pasó a mi con la encantadora aldea de Ponte Maceira, a medias entre Ames y Negreira, en la comarca de Compostela y bañada por las aguas del Tambre. Cuando empecé el viaje, no estaba planeada esta parada, pero estoy contento de que mi guía me llevase a conocer este lugar tan encantador.

El lugar debió ser aprovechado por las clases pudientes de la cercana capital de Galicia para construir residencias de veraneo, porque lo cierto es que a uno y otro lado del río pueden verse excelentes muestras

Un puente medieval con cimientos romanos y unos molinos de agua, perfecto para pasar una tarde de verano.

Un rincón de esos que esconde Galicia que parece irreal de tanta belleza. No os lo perdáis.

Un puente con encanto en el río Tambre

Expectacular el lugar y las vistas. Está muy bien cuidado. Ideal para visitar en primavera por el color de los campos y flores. Paisaje natural único.

Un sitio precioso.

Completamente exagerado ya que es lo único de interés en la zona.