Obras de Antoni Gaudi

Es empaparse del modernismo español completamente identificado con el movimiento catalán, representado por aquel portentoso, asombroso y extraordinario Arquitecto y Diseñador llamado Antonio Gaudí. Introducirse en ese mundo de fantasía hecho realidad, sus paredes exteriores cubiertas de azulejos decorados y, apoyado en una extraña fuente un dragón cuyas escamas eran delicados y brillantes mosaiquitos de colores, fue la primera impresión.

Las columnas que sostienen las barandas cual retorcidos troncos de árboles que emergen de la tierra, mezclados con plantas naturales tipo yucas amarillas con verde, arbustos, helechos y trepadoras, hacen que la imaginación despierte y creas que estás siendo partícipe de aquel famoso cuento de “Alicia en el país de las Maravillas”.

Las obras del genio catalán Antoni Gaudí fueron inscritas a la lista del patrimonio mundial de la humanidad de la UNESCO en el año 1984, por su excepcional creatividad, la aportación al desarrollo de la arquitectura y de las técnicas de construcción del siglo XIX y XX.

Las propiedades incluyen la Casa Vincens, la Sagrada Familia, la casa Battló, el parc Güell, la Casa Mila, el Palacio Güell, y la iglesia de la colonia Güell, una colonia industrial que está en Santa Coloma de Cervelló.

Todos estos monumentos magníficos representan la libertad que los mecenas de la época daban a Gaudí para expresar su talento, y su personalidad.

Este parque se construyó por encargo de Don Eusebio Güell, quien en 1900 propone a Gaudí edificarlo sobre unos terrenos de la villa de Gracia, en un paraje conocido como la Montaña Pelada.

El proyecto inicial era construir un lujoso parque residencial, con 60 viviendas unifamiliares pero la idea tuvo poca aceptación y termino convirtiéndose en parque público.

Se terminó en 1914 y en 1969 fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional. Está construido con piedra y azulejos provenientes de diferentes sitios de España.

Dentro de parque se puede admirar La Gran Escalinata, por la cual se accede al Templo Dórico, un gran espacio cubierto sostenido por 86 columnas de estilo dórico en cuyo techo hay unos hermosos rosetones realizados con trozos de baldosas y cristales de infinitos colores.