Oaxaca, contraste de emociones.
Uno de los viajes que no puedes dejar pasar en tu vida, es sin duda alguna Oaxaca; lugar místico y lleno de alegría, en donde cada una de sus festividades hará que tu piel se estremezca, con los colores, sabores, y sonidos que la acompañan.
Un deleite contemplar sus majestuosos edificios, como el Templo de Santo Domingo, que junto con sus retablos nos transportan a la época barroca novohispana, haciendo lucir a Oaxaca como reina de corona de oro, ya que todos sus acabados, tienen un color dorado intenso e hipnotizador.
Otro edificio que representa la majestuosidad de la ciudad es el hotel Camino Real, que está ubicado en en corazón de la ciudad, adaptado sobre un viejo convento, en donde cada rincón, está lleno de historias y anécdotas. Que con su elegancia, y tradición, forman un contraste de emociones.