Fábrica de alfombras Nevsehir

Aunque el fin era vendernos una alfombra, la visita mereció mucho la pena. Se puede ver como las tejen, como fabrican los tintes y como se extrae el hilo de los gusanos de seda. Aprendimos mucho en esta visita, aunque lo de vendernos la alfombra no fue posible, ya que los precios eran muy altos.

Aunque no soy de comprar alfombras, visitar una fábrica es una experiencia única, desde el momento en que te explican como se obtiene la seda, con los capullos del gusano, hasta el entretejido de las alfombras, y, sobre todo, la ceremonia de exhibición en una sala, con las alfombras volando en todas direcciones en manos de los empleados.