Fuimos después del trabajo a tomar unos refrescos y cervezas y a cada ronda la ración era mejor. Nuestro favorito un pincho de tortilla con morcilla y cebolla que estaba delicioso.
También nos pusieron una especie de bolas de morcilla que estaban muy ricas. Un buen bar para estar de cervezas y picoteando algo.
En el interior tiene parte de restaurante que, imagino, será del mismo estilo pero seguramente más casero
Solamente hemos ido a tomar café o unas cañas, siempre suele estar muy lleno, por lo que es recomendable ir pronto.
El personal es amable y el servicio muy rápido. Son muy generosos con las tapas, que ponen de forma gratuita con la cerveza.
La cerveza más fría de la zona y tapas muy generosas. Los martes y jueves tienen todos los pinchos a 1€.
Con grasientas tapas que levantan a un muerto y empachan a un vivo.
Lo curioso del sitio son los carteles confeccionados con fieltro muy original.
Tienen un bocadillo de calamares por 3€ que te resuelve un día. Está muy bueno y tiene un tamaño como los de verdad. Por lo demás, es el típico bar/restaurante de barrio: ruido, eficacia, raciones, tercios...
