Incluso habiendo consumido te ponen pegas para usar el baño, que por cierto están sucios, con hongos y huelen fatal.
Los camareros te tratan con desprecio algunos, otros con indiferencia tardan en atenderte y encima te dicen que tengas paciencia (20 minutos charlando entre ellos mientras los miras para que te atiendan)
Malas caras, mal servicio, pidieron 1 paella para dos, les cobraron a mis amigos dos platos de paella (40 €) y la paella era de tomate... tardaron mucho en servir atendiendo antes a una pareja que llegó después. La comida fría. Pedimos hojas de reclamación y se rieron de nosotros y nos vacilaban : "Como si queréis pedir 200 hojas" ... fatal...
5 € por dos cafés. Puestos con cara de pocos amigos como si fueras a irte sin pagar . Sin comentarios
Solo espero que este comentario sirva de algo a los visitantes del lugar. El restaurante un absoluto despropósito con intención de engañar a la gente.
Precios desorbitados, nosotros simplemente fuimos a pedir dos bocadillos de calamares, cada uno a cuatro euros y medio, hasta ahí normal no? Sorpresa cuando abro el bocadillo y veo cuatro calamares minúsculos, pedimos explicaciones y su contestación es la siguiente: "Los bocadillos son así".
Cogimos acto seguido y nos fuimos con los bocadillos y las consumiciones sobre la mesa.
Está muy bien situado pero a mi parecer explotan un poco la cercanía a la playa de las catedrales para subir los precios de la carta.
Dos cafés malos, pero malos, y un zumo de naranja envasado, 7€.
