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Lisboa en 4 días: la ciudad y sus alrededores

    Lisboa en 4 días: la ciudad y sus alrededores

    Con cinco barrios increíbles, un ambiente vibrante único en Europa y rincones tan especiales como la torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos, la capital portuguesa es una ciudad única, pero también lo son los pueblos y paisajes que tiene a menos de 50 kilómetros, especialmente Sintra y Cascais. Para que puedas disfrutar al máximo de una ciudad de contrastes, escuchar fado, probar los pasteles de belém y recorrer el Palacio da Pena de Sintra hemos creado este itinerario que te llelvará por los mejores rincones qué ver en Lisboa y sus alrededores en 4 días

     

    Día 1 - mañana:

     

    No hay mejor forma de comenzar tu escapada a Lisboa que hacer un recorrido por el Barrio de la Baixa. Partiendo de la Plaza del Comercio, centro neurálgico de la capital, cruzarás el espectacular Arco de la Rua Augusta para acceder a la principal calle comercial de Lisboa, la Rua Augusta. Tras un agradable paseo por esta anímadísima calle, te encontrarás con el Elevador de Santa Justa, una obra maestra de la ingeniería que une Baixa con el barrio de Chiado.

     

    Chiado es un barrio cautivador repleto de pequeñas tiendas y cafeterías en las que se reunían los intelectuales portugueses del siglo XX, y pasear por sus calles es un auténtico planazo. El monumento más visitado del barrio es el Convento do Carmo, un espectacular edificio que ha quedado como uno de los principales recuerdos del terremoto que devastó la ciudad en el siglo XVIII.  Finalmente, tras atravesar el barrio, llegarás al Mercado da Ribeira, uno de los mejores mercados gourmet del mundo, al nivel del Mercado de San Miguel en Madrid o al Borough Market de Londres.

     

    Día 1 - tarde:

     

    Durante la tarde del primer día pasearás por el Barrio de Belém, que alberga algunos de los principales rincones que hay que ver en Lisboa en 4 días. Comenzarás en Pasteis de Belem, la pastelería en la que se vende el dulce típico por excelencia de la ciudad: el pastelito de Belém. Seguirás descubriendo dos de los monumentos más impresionantes de Lisboa, el Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belém, que han sido reconocidos por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. El monasterio es famoso a nivel mundial por su precioso claustro, mientras que la torre es una preciosa fortaleza a orillas del río Tajo.

     

    Para terminar la tarde, caminarás por el paseo que va en paralelo al estuario del Tajo hasta encontrar el Monumento dos Descubridores, que recuerda la época de mayor expansión del imperio portugués, y un poco más adelante el MAAT, el museo de arquitectura y tecnología, que tiene una azotea desde la que se tienen unas vistas preciosas del sol poniéndose sobre el Tajo.

     

    Día 2 - mañana:

     

    Te dirigirás bien temprano al Parque de las Naciones, la zona más moderna de Lisboa. Este complejo arquitectónico construido para la Expo Universal de Lisboa del año 1998 esconde dos auténticas joyas de la arquitectura de finales del siglo XX que se han convertido en museos maravillosos para visitar con los más, pequeños: el Pavilhão do Conocimiento y el Oceanario, uno de los acuarios más importantes de Europa, donde podrás ver más de 400 especies marinas diferentes. Mientras caminas por el Parque de las Naciones, irás viendo los espectaculares edificios a orillas del Tajo como el Pavilhão de Portugal, por ejemplo, es una de las obras más famosas de Álvaro Siza, el mejor arquitecto del país del siglo XX. Finalizarás tu mañana en la Estación de Oriente, una llamativa obra del arquitecto Santiago Calatrava.

     

    Día 2 - tarde:

     

    En el norte de la ciudad está el Museo Gulbenkian, un museo construido en los años sesenta del siglo XX en el que están expuestas obras que reflejan una gran parte de la historia del arte: desde el arte mesopotámico hasta la pintura inglesa del siglo XIX. Una vez que hayas recorrido el que, para muchos, es el mejor museo de Lisboa, cogerás el metro hacia el centro, para salir en la Plaza de los Restauradores. De camino hacia la monumental Plaza del Rossio, harás una parada en A Ginjinha, una tienda en la que se puede comprar un licor de guindas típico del país. Terminarás tu segundo día acercándote hasta el Ascensor da Glória que te subirá a los Jardines de San Pedro Alcántara, en el Barrio Alto, desde donde podrás disfrutar de unas vistas espectaculares del atardecer sobre la capital lusa.

     

    Día 3: Excursión a Sintra, Cascais y Estoril

     

    La mayor ventaja de visitar Lisboa en 4 días es que podrás reservarte un día para hacer una escapada a los preciosos pueblos de sus alrededores. Sintra, a aproximadamente media hora de Lisboa, es visita obligada en los alrededores la capital lusa, y Cascais y Estoril son sus complementos perfectos para hacer una excursión de lo más completo. En Sintra podrás admirar los colores grises y dorados del impresionante Palacio da Pena, uno de los principales monumentos de la ciudad, que ha contribuido a que esta haya sido declarada Patrimonio de la Humanidad. También conocerás Cascais y Estoril, dos emblemáticos pueblos junto al mar, y atractivos naturales tan impresionantes como los acantilados de la Boca del Infierno.

     

    Día 4 - mañana:

     

    Comenzarás el último día de tu viaje en Avenida Liberdade, uno de los principales ejes comerciales de la ciudad, que tiene varias puertas de entrada al Barrio Alto. El Barrio Alto, el preferido de los jóvenes lisboetas, es una de las zonas con más bares de copas, restaurantes y cafeterías baratas. 

     

    El Jardín Botánico de la Universidad de Lisboa, cuya entrada tiene un precio bastante asequible, y la Iglesia de San Roque, con una increíble altar mayor y ocho preciosas capillas menores, son los dos principales monumentos de este barrio repleto de miradores. Para terminar la tarde, te dirigirás hacia el Barrio de Chiado para conocer el Café A Brasileira, que ofrece el mejor café de la capital lusa.

     

    Día 4 - tarde.

     

    Comenzarás tu última tarde en Lisboa en la Plaza da Figueira, una plaza en pleno barrio de Baixa desde donde parte el tranvía 28E, un tranvía eléctrico amarillo con el interior de madera que es uno de los iconos más famosos de la ciudad.

     

    Este tranvía te llevará alrededor del Castillo de San Jorge y te subirá hasta el Barrio de Alfama, conocido por sus tiendecitas de cerámica artesanal, y, sobre todo, por sus miradores espectaculares desde los que podrás obtener las mejores fotos del skyline de la ciudad de las siete colinas. En primer lugar, contemplarás toda la ciudad desde Portas do Sol, y posteriormente te acercarás al Mirador de Santa Lucía a admirar un precioso atardecer con el Tajo de fondo. Finalmente, bajarás hacia la Catedral de Lisboa. Muy cerca de este monumental edificio está Clube do Fado, un bar donde se puede disfrutar de la música más tradicional de Portugal. ¡No hay mejor forma de poner el broche de oro a tu viaje!

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