Si tuviera que definir San Salvador con...
Si tuviera que definir San Salvador con una palabra indudablemente ésta sería MERCADO. Todo el centro de la capital es eso, un enorme mercado indefinible, sin proporciones concretas, que no empieza ni acaba nunca. Vendedores de ropa de marca -falsificada- junto con muñecos de peluche, sujetadores, helados, televisiones, relojes... Puedes encontrarte cualquier cosa, eso sí, siempre al ritmo de música estridente.
No intentes zafarte del mercado, porque si lo haces también lo harás de San Salvador. Incluso en los muros de edificios tan importantes como el Palacio Nacional o el Teatro se apoyan puestos y mercancía. No puedo decir que el mercado de San Salvador sea especialmente agradable o hermoso pero sí que es la mejor muestra de lo que es esta ciudad: dinámica, caótica, destartalada, animada, improvisada... Merece la pena pasear por sus puestos... Eso sí. Las mujeres extranjeras son miradas con una insistencia que sobrepasa la curiosidad y es fácil sentirse un poco incómoda.