Juan Quintana
Mitad francés mitad chillout
Tras llegar al centro de la ciudad, toda una odisea debido a numerosas obras de tráfico que parecían no terminar jamás, dimos una breve vuelta y nos llamó la atención este lugar ya que su apariencia externa daba la impresión de ser una "braseria" francesa de lo más tradicional, pero nada más ver el interior nuestra concepción del lugar cambio.
Decoración moderna y elegante, luces tenues y sobre todo un personal de lo más amable, que a pesar de no hablar ni una palabra de español o de inglés (lo que es lógico por otra parte puesto que estamos en Francia) hicieron todo lo posible por entendernos y hacerse entender.
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