Se mantiene igual que hace muchos años y eso le proporciona más encanto. Histórico lugar de encuentro de artistas, donde degustar uno de los magníficos vinos y pintxos que ofrecen. Mi recomendación, el de ciervo con salsa de hongos y frutos secos.
Excelente cambio tras una profunda reforma, los nuevos pìnchos son una delicia. La atención esmerada. Un local de una gran tradición renovado para adecuarse a nuevos tiempos pero con una esencia que invita a comer.
Esta muy bien atendido con gente esperta, el mobiliario es antiguo pero correcto, la calle San Nicolás donde esta situado es espectacular.
Tome un menú con diez primeros y diez segundos, más postré, con raciones muy generosas a un precio interesante.
Lo guardo para volver.
Con un menú variado y pintxos que se elaboran en el momento se ha convertido en un autentico acontecimiento gastronómico en Pamplona. Gente joven con interés por la cocina y por aprender y enseñar.
Una delicia de sabores y texturas.
Un local que sin duda visitaron importantes personajes del mundo del arte y la literatura, entre ellos, sin duda, el afamado escritor americano Ernest Hemmingway en sus visitas a Pamplona durante los Sanfermines. Hoy, el Baserri ha alcanzado una gran popu- laridad y es reconocido como un estableci-miento a visitar para quien quiere conocer, de verdad, toda la singularidad de la vida pamplonesa.
En la barra del bar es posible elegir entre más de 35 pinchos diferentes y más de 40 vinos por copas tanto de Navarra como de otras denominaciones.
