Monumento a Manuel Milà i Fontanals

Pocas lenguas e idiomas del mundo han sentido una necesidad tan fuerte de ensalzar su literatura como la catalana. Erigida en uno de los baluartes de su identidad nacional, varios escritores y filólogos, como Manuel Milá i Fontanals tuvieron la idea de galardonar las mejores composiciones que participaran en lo que dieron en llamar Juegos Florales. Así la Flor Natural o el premio de honor, se concedía a la mejor poesía de amor, la Rosa de Oro a la mejor poesía patriótica y la Violeta de Oro y Plata al mejor poema religioso.

En conmemoración del 50 aniversario de la restauración de los Jocs Florals, se decidió honrar la memoria del ilustre villafranqués, filólogo y teórico de la Estética Literaria Catalana, con un enorme monumento localizado en el principio de la Rambla, punto focal e inicio de todos los caminos que salen y entran a Vilafranca del Penedés.

Este Monumento rematado por un ángel alado que lleva en una mano una palma y en la otra una figura de Venus, que se encuentra al principio de la Rambla de San Francisco (orden mendicante o de pordioseros de San Francisco de Asís) a la que le da inicio, fue levantado en el año 1912 en homenaje al lingüista e intelectual español Manuel Milà i Fontanals (1818/1884) nacido en esta ciudad, poeta, escritor, crítico literario, estudioso en arte y folklorista entre muchas otras actividades que lo destacaron como un experto en los métodos modernos de “investigación histórica literaria” de las cuales muchas fueron recopiladas, editadas y presentadas en “ocho volúmenes” por la Editorial del muy famoso Marcelino Menéndez Pelayo (1856/1912) quien fuera su destacado alumno y Premio Nobel de Literatura del 1912 al que había sido propuesto desde el año 1905. El mismo M. Menéndez y Pelayo escribió también “El doctor D. Manuel Milá y Fontanals. Semblanza Literaria” en el año 1908.

Villafranca un sitio muy bonito a visitar, con sus monumentos y sitios de historia.