La Cumbrecita

Una vez que por fin nos decidimos a subir a ese sitio a más de 1450 m de altura desde su base Villa General Belgrano (otro encanto de paisaje con espacios de arquitectura tirolesa), el camino asfaltado desde su inicio, antes era todo ripio, nos fuimos encontrando en el camino con verdaderes postales serrano cordobesas. El ingreso a la Cumbrecita está lleno de guías y pagas un pase para estacionar tu auto en la base, mas adelante te lleva un pequeño ómnibus a la entrada de esta preciosa ciudad que en su totalidad está planificada para una vida muy apacible, no podes circular con vehículos dentro, pero sí existe un mini auto que, previo pago, te lleva si no querés andar por el circuito, que se va convirtiendo empinadamente en otro espectacular con casas estilo alpinas calles de tierra, 2 ollas hermosas con agua muy fría y eso que fui en verano, con truchas hermosas que algunos pescan y devuelven a su origen rápidamente.

Soy nueva en esta app, y ya me ha enamorado. Ya que gracias a ustedes he podido enriquecerme muchísimo, y planificar mi próximo destino, voy a hacer mi pequeño aporte en este concurso del día de los Enamorados.
Les voy a contar donde pasé mi primer día de los enamorados con mi gran amor, en un lugar que no conocía y resultó tener ese no sé qué... algo tan mágico y aventurero .. eso lo viví en Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba, de mi bello país Argentina. Si tuviera que resumir este lugar diría que tiene verde, río y una ciudad preciosa. Una combinación de paz con la bella vista, mucha vegetación y naturaleza, con ríos a tan sólo unas cuadras de las calles principales de la ciudad, la cuál tiene muchos bares distendidos, para todas las edades, restoranes, locales, y gente muy alegre.

El nuevo camino asfaltado hace mas fácil el acceso a este hermoso lugar.

Ademas de tener una calle principal llena de características tiendas (características por el peculiar diseño que tienen, de madera, símil alemanas), esta repleto de ríos y espacios verdes desde donde se pueden admirar las cordilleras y el vasto territorio generador de sentimiento de inmensidad.

Aquí pueden comprarse souvenirs, mucha comida tradicionaly dulces regionales.

Así me sentí cuando después de muchos años, volví a La Cumbrecita, es un regalo para los sentidos todos, desde los muchos colores que engalanan su vegetacion, el canto de pajaros, los olores a yuyos de las sierras, las caminatas que se pueden hacer, la hoteleria que hoy nuevamente esta tan vigente, y los lugares para tomar un rico te o degustar una tradicional comida alemana. No se puede pasar o vivir en Cordoba sin conocer este hermoso lugar en medio de pinares y montañas.