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Gaudí en Barcelona

1 opinión sobre Gaudí en Barcelona

Este rincón es para todos los que ...

Este rincón es para todos los que todavía no conocen la Barcelona del gran Gaudí. Lo que copio a continuación lo escribí en mi cuaderno de viaje hace unos años, durante mi primera visita a la ciudad que inspiró al genial artista, y creo que lo que me provocó vale más que citar fechas, nombres y estilos arquitectónicos:
“Partí esta mañana temprano a Barcelona desde Sitges como una autómata, como si no pudiera hacer otra cosa, dispuesta a hartarme –o por lo menos a intentar saciarme- de Gaudí. Es que de cuándo en cuándo –muy de vez en cuándo- alguien que aparece en escena nos da vuelta como un guante, nos estremece, y todo él –él quien sea- nos provoca entera sumisión. Enamorarse, le dicen. Hago un repaso rápido de mis grandísimos y frustrados amores: Me enamoré perdidamente de Vargas Llosa a los quince o dieciséis; después fue Hemingway, el que ya tenía el pelo y la barba casi blanca. Pasaron años hasta que otro logró tocarme hondo una vez más: Rotko, impresionante, desde las paredes del Whitney me hizo llorar de gozo parada en la mitad de la sala, sin pañuelo y sin explicación. Ahora que saco la cuenta compruebo lo difícil que es enamorarse de verdad. Es que evidentemente lo que me enamora no es sólo la obra, sino el artista que la trasciende, que la supera con su intensa humanidad. Así me pasó con Gaudí. No más verlo in-situ, digo, ya no en foto sino con volumen, en una esquina del Paseo de Gracia llamándose La Pedrera y casi en frente, en la casa Batlló, me enamoré. Hasta los tuétanos, lo juro. Automáticamente hice lo que había hecho las otras veces que el amor llamó a mi puerta: Me puse a llorar. Yo siempre lloro, es cierto, pero este llorar de amor es bien distinto, lloro bajito, sin ruido, y las lágrimas como por arte de magia se me quedan ahí, gordísimas en las cuencas de mis ojos. El gran problema que surge en estos momentos es cómo conjurar tanta emoción para seguir viviendo, o caminando por el Paseo de Gracia sin que me pise un coche. Lo único que tengo a mano es escribir. Y lo primero que brotó fue una pregunta, que te hago a ti, y que la contesto yo:
¿Sabes qué es lo que hace Gaudí desde sus obras?

TE BESA
TE BESA
TE BESA

Sabiéndome perdida caminé hasta La Sagrada Familia. Allí me quedé, bajo el sol y con la piel erizada. En mi cuaderno, con letras enormes sólo escribí:

HOSANNA,
GAUDÍ ESTABA LOCO

Como pude me fui, como pude anduve todo el día esquivando coches, motos y bicicletas.

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