Escapada Rural

Después de todo un año con el stress sin parar, decidimos desconectar en este pueblo abandonado reformado con esfuerzo y dedicación por una familia muy trabajadora y cordial. Quedé fascinado de como un lugar como este me reconfortaba tanto y me devolvía la ilusión por las cosas más sencillas. Me levanté muy temprano y junto al perro, disfruté del paisaje mientras escuchaba las vacas a lo lejano y el susurro del viento. Muy recomendable.