La Catedral de Saint Sauveur es ecléctica, confluyen todos los estilos arquitectónicos y su primitivo basamento data del siglo V, ya que aquí se erigía el templo de Apolo.
Es un interesante edificio en el que recomiendo realizar una visita guiada por lo complejo de su estructura y elementos.
La catedral por sí sola justifica la visita a esta, por otra parte bonita, ciudad. Cuenta con un doble órgano enorme de madera esmaltada en verde, un bapisterio y un claustro al que no pudimos acceder.
En el retablo, un precioso tríptico abierto de Buisson Ardent, 1475-1476.
De estilo gótico, llaman la atención las vidrieras sobre el altar. En su interior encontramos varias estatuas y pinturas y a mano derecha según entramos una pequeña sala con el sarcófago de Saint Mitre, el museo lapidario y varias estatuas.
