Biblioteca Laurenciana

Dado que fotografiar el interior de la Basílica de San Lorenzo, una de las más antiguas de Florencia, estaba prohibido al menos cuando fui y luego de contemplar con admiración y escuchar la descripción de cada uno de los espacios increíbles como su altar mayor, realicé la visita y pude fotografiar el edificio a su izquierda cuya entrada parece la de cualquier edificio en el que se encuentran el Claustro del siglo XV y la Biblioteca Mediceo Laurenziana, tal como lo indica la placa de la entrada, se puede acceder también desde el templo pero estaba cerrado. En este lugar la familia Medici guardó y conservó sus más preciadas colecciones, libros, papiros, etc. Originariamente diseñada por Miguel Ángel en 1524 y continuada por Bartolomeo Ammannanti, un seguidor del estilo de Miguel Ángel, y Giorgio Vasari muy influido también por la pintura de Buonarroti, se finalizó unos 25 años después.

La Biblioteca Laurenciana es una de las joyas menos conocidas de Florencia, aunque merece estar entre las más famosas. Se trata de una biblioteca renacentista del siglo XVI diseñada y parcialmente construida por el mismísimo Miguel Ángel, ubicada en la Basílica de San Lorenzo. Mi recomendación es que te ahorres los cuatro euros de la entrada combinada y solo cojas una entrada al claustro y la biblioteca – se que algún amante de la historia de arte no estará de acuerdo, pero para mí la biblioteca fue de lejos la parte más interesante y bonita del complejo de la basílica.

La estrella de la Biblioteca Laurenciana es la sala de lectura, hecha por Miguel Ángel (el vestíbulo y escalera monumental fueron diseñados por él pero realizados después de su salida de Florencia). Es una clase maestra en armonía y elegancia – los bancos alineados con las ventanas, el suelo de mosaicos de cerámica, la geometría sutil de las paredes y techo de madera, todos al unísono complementando uno con el otro sin que ninguno robe el protagonismo.