Santander es una de esas ciudades especiales en las que merece la pena estar un fin de semana. Es uno de los lugares más visitados del norte de España y ofrece lo mejor a todos aquellos que quieren hacer turismo en ella.
Pasear por su bahía, visitar el increíble Palacio de la Magdalena o bañarse en la Playa del Sardinero no tiene precio. Pero si además, acompañas tu escapada de una buena comida a base de productos típicos de la zona, el viaje habrá valido aún más la pena.
No te vas sin entrar en alguno de sus restaurantes de comida tradicional y probar alguno de los pescados y mariscos de la zona.